MIERCOLES 27 DE JUNIO DE 2012
Uno de los problemas más incordiantes de los ordenadores actuales son esos ventiladores que parecen un cohete a punto que despegar.
Todos esos inconvenientes están a punto de desaparecer, gracias al último invento llegado desde Sandia: el disipador sin ventilador.
La principal ventaja , es que no cuenta con ventilador, ya que sólo se utilizan dos piezas: un motor brushless y una especie de “impulsor” que es el encargado de renovar el aire y a la vez es el disipador. Con este novedoso diseño, se consigue un 30% más de eficacia que con respecto a modelos convencionales, al mismo tiempo que se reduce el consumo del sistema. Para que os hagáis una idea, con un tamaño sobre un 10% más pequeño que los equipos actuales, se consigue el mismo poder refrigerante.
Todo son ventajas, debido a su gran velocidad de giro, unido a un diseño “helicoidal” de sus palas, es físicamente imposible que el polvo se acumule en el sistema. Con ello se evita que se “pegue” en el disipador y disminuya su poder de refrigeración.